No es por casualidad que hable de esto, esta precisa semana. En el fondo, sigo admirando a este hombre, porque me regaló muchas noches… soñando derbis… soñaba que salía en el minuto 80 y el solito remontaba el partido…
El es mi último ídolo perico. Del periplo de Roberto Martínez, N´kono, Lauridsen, terminé con Raúl y con este me he quedado.
En algún momento he creído, supongo que por la edad, que esto de tener un ídolo futbolístico era una tontería. He pensado que lo importante es ganar, sumar y llegar lo más lejos posible. Y es cierto. Cuando tu equipo gana, sumas y llegas lejos, lo de tener un ídolo, como que es menos necesario.
Ahí bien, los problemas empiezan cuando no ganas, no sumas… Pues eso, al final todo son pequeñas cosas y agarrarte a alguna siempre hace bien.
El pasado año, tuve sueños (húmedos) con la posibilidad de que Pablo Daniel se quedara en el club, que fuera uno de esos que hablan de unos vínculos imperecederos y perdurables… pero la realidad fue otra. Tal vez con el, perdimos el ídolo que muchos hubiéramos deseado.
Ahora de vuelta a Cornellá por 2 vez desde el exilio, sueño de nuevo con aquel gol mal anulado el día de la inauguración del estadio, con su partido de despedida, con él. He tenido la suerte de que siempre que le he buscado, le he encontrado. Siempre ha tenido un minuto y una sonrisa que dedicarnos a mi hijo y a mí. Lo que pasó, si es que pasó algo, sigo sin saberlo, pero al igual que en la vida privada, el tiempo que Raúl nos dedicó, siempre fue de “calidad”, y eso es lo que cuenta.
Mi más sincero agradecimiento, por que, independientemente de lo que sucediera, conseguiste revivir en mi un sentimiento de admiración y devoción, que no ha vuelto a despertar.
¿Necesitamos tener un alma-mater, un “guía”, portador de esperanza, de esos que simplemente saliendo a calentar en la banda, hacen que el público se levante a aplaudir? ¿Necesitamos tener un nombre, a quien recurrir cuando las cosas van mal? ¿Necesitamos tener un grito de guerra, que al unísono sepamos cantar?
Hay más preguntas, pero creo que sólo una respuesta. Es necesario tener un hombre del carisma que yo vi en Raúl, podrá ser quien sea, pero que para el mayor número posible sea el mismo, al final como cualquier tribu (y eso es lo que somos) es conveniente que dentro de los guerreros elegidos, haya un “hechicero” que los guíe y los arrastre al triunfo.
Yo espero ansioso que aparezca ese hechicero, que de nuevo pueda soñar con un nombre que por sí mismo, meta los goles en el minuto 90’ y nos dé el triunfo en casa de nuestro más arduo enemigo.
Bonito artículo perico23, pero con la economía de guerra que llevan desde nuestro club, dificilmente podemos agarrarnos a un ídolo. Si hay alguno que destaque ten por supuesto que será vendido.
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